jueves, 16 de mayo de 2013

Negociaciones agroalimentarias: gobierno y productores

Negociaciones agroalimentarias: gobierno y productores

Carlos Machado Allison
16 de mayo, 2013

Por más de una década hemos venido clamando a través de la prensa, radio, televisión y en éste blog, por una política agroalimentaria diferente. Los gremios, industrias, productores individuales y economistas hicieron toda clase de esfuerzos, pero fue en vano. No se pedían milagros, apenas una política que genere confianza en los productores del campo y en la agroindustria como ha venido ocurriendo en Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú y hasta en Bolivia, países que en la última década han elevado su producción y exportaciones generando empleo y riqueza al interior y no pocas divisas en los mercados internacionales. En esos países, nuestros socios de Mercosur, los gobiernos han negociado y establecido reglas de juego macroeconómicas que han impulsado tanto a la agricultura como a la agroindustria.

En Venezuela ocurrió lo opuesto y el resultado es obvio: escasez de numerosos productos, gasto elevadísimo en divisas y una tasa de inflación enorme, mayor en alimentos que en otros productos. La participación del gobierno en la producción primaria no dio buenos resultados, pero si un gasto de buenas proporciones. El desarrollo de plantas de procesamiento estatales resultó lento y oneroso, allí están los bien conocidos casos de los nuevos centrales azucareros, mientras que aquellas plantas que fueron nacionalizadas, como todo el mundo esperaba, deben ser subsidiadas por el erario público.

La fuga de talento ha sido bien importante debido a los bajos sueldos en las universidades, la falta de recursos para investigar y las turbulencias ideológicas que han abatido a algunos centros de investigación. Los cambios en la ley de Ciencia y Tecnología fueron fatales. El control de cambio, el de precios, los excesivos controles, la monopolización de buena parte de los insumos y algunas cosas más, abatieron la producción y postergaron las inversiones. De 1.500 millones de dólares en importación de productos agrícolas y agroindustriales, pasamos a 8.120 millones en el 2012 y no alcanza. La producción de arroz, maíz, caña de azúcar y carne bovina descendieron entre 30 y 50% y a la par el acceso a las divisas para importar trigo, azúcar, aceite, leche en polvo, maíz forrajero y otras materias primas se hizo engorroso y lento, primero por las barreras burocráticas, ahora a éstas se suma la escasez de dólares.

Pero al final, porque el costo electoral fue elevado y el que viene lo será más aún, el gobierno ha decidido sentarse a conversar con los productores y la agroindustria. Si los acuerdos avanzan, en el curso de 2013, más no de inmediato, podríamos ver alguna mejoría en el abastecimiento y de mantenerse abierto el diálogo quizás para fines del 2014 o en el 2015 sea posible ver algunos resultados. Reponer inventarios mediante la rápida liberación de divisas puede tener efecto en un lapso de tres a seis meses de acuerdo al producto, pero elevar la producción nacional será un proceso más lento e irregular. En primer término dependerá del precio ofrecido a los productores, la disponibilidad de insumos, luego del tiempo requerido para la siembra, la cosecha o la cría. Son lapsos que se miden en meses y a veces en años. Más cortos en arroz y hortalizas, lentos en ciertas frutas, intermedios en maíz y sorgo, largos en caña de azúcar, ganadería vacuna y por consiguiente también en leche.

Pero es un paso importante si se lleva a cabo con consistencia será un camino más seguro, pero a la meta no se llega de modo instantáneo y si tienen alguna duda pues pregunten a los Chinos, analicen como se recuperó la producción de alimentos en Polonia o en Ucrania, acudan a sus amigos como Lula da Silva y los presidentes de Brasil que lo precedieron en el proceso de transformar a su país en una potencia alimentaria mundial. No esperen demasiado de la cooperación internacional, ésta ayuda, pero no resuelve. Esperen bastante de la capacidad instalada, de los productores y de la agroindustria, ellos no sólo ayudan, sino que pueden resolver.

No es suficiente criticar a la economía rentista, hay que hacer cosas bien concretas para diversificar la producción nacional.

jueves, 25 de abril de 2013

Una cacerola vacía suena mejor

Una cacerola vacía suena mejor

Carlos Machado Allison
El Universal, 22 de abril de 2012

Difícil concentrarse en la escritura con al cacerolazo que estoy escuchando, pero debo enviar el artículo en las próximas horas. Ayer, igual, mis vecinos, como millones de venezolanos golpean con energía ollas y sartenes. Son dos las protestas, la primera es contra el abuso que se transforma en fraude e irrespeto a la voluntad popular. La otra, practicada en otras latitudes, tiene que ver con la escasez y la implacable inflación en los alimentos. Las leyes de la física establecen que una cacerola vacía al ser golpeada genera más decibeles que una llena.

Estos cacerolazos tienen más energía que las del pasado. Ayer el concierto duró una hora completa y el de hoy parece que se va a prolongar bastante. Hay un nuevo liderazgo en la oposición y una sordera impresionante en el gobierno. Los discursos, declaraciones y actitudes muestran la agresividad que genera el temor. “La cosa se está poniendo fea” dice un asesor inteligente a los ministros de la economía. “Tanto, mi hermano que están preocupados en La Habana y hay que consultarles que hacer, porque por éste camino la crisis es inevitable y allá esperan su cuota”.

No importa, responde el Monje, la revolución necesita ser alimentada con pobres y al ritmo actual, tarde o temprano nos fortaleceremos ya que la comida es cada día más costosa, fallan algunos medicamentos y el camino hacia el comunismo es cada día más claro. “No me parece compañero, ¿acaso no viste que los votos del PCV fueron como 200.000 menos que cuando Chávez?”. No importa, responde el Monje pensando que en Nicaragua cuanto más hambre había, más votos recibían los sandinistas a pesar de las largas colas para acceder a los paquetes con arroz y frijoles que venían de la ayuda europea o las caravanas de evangélicos norteamericanos que trataban de echarle una mano al pueblo hambriento. “Viejo, entiende que la gente se cansa y los dólares del petróleo no alcanzan, tenemos que dialogar, hay que buscar modos de mantener el discurso revolucionario y aumentar la producción. Eso hizo el PRI en México y conservó el poder”. No, dice el Monje, tenemos que ser firmes, asienten tres ministros con poca convicción porque ellos, también escuchan los cacerolazos.

Hablan con Maduro para decidir que hacer. Él responde que va a pensar y consultar por que la cosa no resultó como le contaron. ¿Cómo es eso que después de 14 años, 7,2 millones de venezolanos, más aquellos que le pillaron el voto, sean de extrema derecha, pitiyanquis, magnicidas, saboteadores, burguesitos y apátridas al mismo tiempo? Suena el teléfono, es Lula, otra vez, fastidioso, con sus consejos de cómo gobernar. Timbra el de color rojo y Raúl dice: “Mi sangre, arregla tu negocio por que a mí no me vas a dejar sin pesos”. Sigue sonando el teléfono y con un ruido de cacerolas como fondo, el empresario boliburgués más importante le dice algo parecido a lo de Lula, mientras por el otro lado escucha un grito: ¡Dale duro Maduro, todos a la cárcel!!!!

jueves, 11 de abril de 2013

No es fácil



No es fácil
Carlos Machado Allison
El Universal 9 de abril de 2013

Faltan pocos días para las elecciones y la gran mayoría ya ha decidido por quién va a votar. Muchos consignarán su voto animados por emociones, una minoría lo hará tomando en cuenta los balances lógicos de una u otra candidatura. Es lamentable, pero nuestros compatriotas, de nuevo en su mayoría, no están motivados por un pensamiento a largo plazo, disfrutan más del insulto o el chiste, que del discurso técnico de economistas, politólogos, sociólogos o historiadores.

Un candidato se encarama en la imagen de su predecesor, enaltecido como semidios, figura mítica, héroe capaz de emitir a través del éter efluvios fantásticos, expresarse como un ave, suerte de emulación del Espíritu Santo. Pancartas, camisetas, imágenes, cosas parecidas a templos y una masa fervorosa que votará por él. Casi tres lustros de populismo, ofertas, becas, ayudas, manos extendidas, inexistencia de leyes, autoridades, valores, trabajo y sacrificios. El clientelismo exacerbado a su máximo nivel, la corrupción, económica y moral, la compra de voluntades y la venta de esperanzas, pagando buenos dividendos. El candidato usa a discreción poderes públicos, recursos del Estado y hasta cuenta con bandas armadas capaces de amedrentar a mucha gente.

El otro trata de vencer a la mentira desnudando situaciones, alertando sobre la inseguridad, la inflación galopante, la escasez y otros males que golpean, física y económicamente a los venezolanos. Apunta a la recuperación, demanda que el elector piense en valores, medite sobre el mediano y largo plazo, sobre la educación y el futuro de los hijos. Eso lo entiende una parte importante de la clase media, obreros y empleados, en especial quienes tienen un trabajo regular y una aspiración de progreso. Lo entiende el emprendedor, los propietarios, agricultores, industriales, comerciantes formales, profesores, profesionales, constructores y quienes se desempeñan en el mundo formal de los servicios y la producción.

Le cuesta un mundo conseguir recursos, no tiene seguidores fanáticos – o son bien pocos – y debe decir cosas satisfactorias para 30 o más agrupaciones de electores. Su tarea es difícil, tiene que captar indecisos, estimular a los vagos sempiternos que no les gusta hacer cola para votar, y calarse a petulantes que condicionan su voto a que Capriles haga o diga lo que a él le parece importante. Además, atraer al diez o quince por ciento de quienes votaron por Chávez en la elección pasada.

El triunfador deberá enfrentar las deudas del Estado, controlar la inflación, reducir la escasez, generar empleo, atraer la inversión, crear nuevas empresas, reducir el gasto público, poner orden en el sistema judicial, las policías y cárceles del país, a la par de rescatar el sistema educativo y poner a la nación en sintonía con el resto de América Latina. Si no puede, en dos o tres años veremos un colapso de magnitud impredecible. Como dice Leopoldo Castillo, esto no es fácil porque alcanzar cosas buenas siempre demanda un esfuerzo.

cemacallison@gmail.com

viernes, 5 de abril de 2013

Visita al supermercado


Visita al supermercado: Escasez, carestía y baja calidad

4 de abril de 2013

La política agrícola a “realazos” sigue a marcha de vencedores. Como si fuera gran cosa el gobierno ofrece un subsidio (Bs 1,30 por kilogramo) a los productores de arroz; Protinal agradece la rápida intervención del gobierno para la adjudicación de divisas lo que permitirá adquirir forraje para la producción de pollos que se encontraba comprometida. Cavidea se defiende ya que el gobierno trata de culpar a los industriales del fracaso de sus políticas. La adjudicación de divisas es un proceso lento y complejo: cada trámite requiere alrededor de 200 días. Así que como la materia prima es en buena medida importada, los venezolanos compran y comen por pulsos, los mejores pulsos están siempre vinculados a las elecciones. El BCV informa sobre el desabastecimiento al Presidente (E).

Esa agroindustria tan criticada paga mejores salarios que el gobierno, tanto que EFE le cancela a un ayudante de producción un salario superior al de un Profesor Titular de la UCV y un mecánico de primera gana el doble (El Universal, 4.4.2013). No es nada absurda la demanda de los profesores de un incremento de sueldo del 100%. Ayer fui a un supermercado. No había café molido, ni azúcar, tampoco queso amarillo importado (nacional tampoco) y finalmente apareció la mantequilla importada (80 Bs la barra de 200 grs, unos US$ 13) con un incremento de precio superior al 100%. Desde luego tampoco encontré la marca buscada de leche larga duración y me llevé algo de queso blanco nacional (sin marca, no pasteurizado) pagando algo más de 120 Bs el kilogramo (US$ 18). Los embutidos ya son productos de lujo.

La única harina precocida era la “integral”, es decir la mezcla de maíz, arroz y afrecho, harina de trigo no había y la estantería de pastas estaba medio vacía. Había papas (con un 5% aproximadamente de tierra) y las cebollas estaban baratas. Los enlatados oscilan entre 24 y 50 Bs, (entre 3,50 y 7,50 US$) y precios impagables para los pobres o la clase media. Como es natural en ese establecimiento y otros similares, una proporción elevada de las lechosas estaban medio podridas, los mangos demasiado verdes, los pimentones muy llamativos pero salpicados de lodo, plátanos y cambures aporreados y así sucesivamente. La inflación oficial en marzo fue de 2,8%, la mía, superó el 15% ya que mi consumo de productos regulados es muy bajo. El precio internacional de la leche en polvo está en alza y posiblemente el largo invierno boreal determinará aumento en el precio del trigo. En la panadería más cercana hace dos meses que no hay canillas (precio regulado), sólo pan campesino a 12 Bs (casi US$ 2,00) la pieza. Mientras tanto la producción nacional (en volumen) no aumentó mucho más del 1% lo que no compensa las caídas de 2009, 2010 y 2011.

jueves, 28 de marzo de 2013

Elecciones en Venezuela: Abril de 2013

Abril, un mes crítico

Carlos Machado Allison

Como consecuencia del fallecimiento del Presidente Electo, se han convocado elecciones presidenciales para el próximo 14 de abril. La oposición unida presenta como candidato, por segunda vez, a Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda y ex-alcalde del Municipio Baruta. El PSUV, siguiendo el testamento político de Hugo Chávez, ha lanzado al ruedo a Nicolás Maduro. El primero cuenta con el apoyo de la MUD que a su vez agrupa un elevado número de partidos políticos y grupos de electores; el segundo al PSUV, el Partido Comunista, el MEP y otros grupos de izquierda.

Maduro hereda de su antecesor 14 años de inflación, inseguridad personal, atentados contra la propiedad, crecimiento monumental del aparato burocrático y del número de empresas del Estado. La deuda pública ha crecido en una magnitud inimaginable en un país que ha recibido miles de millones de dólares gracias al elevado precio del petróleo. También hereda una política exterior con nuevos amigos (Cuba, Irán, Siria, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Uruguay, Bielorusia, Rusia, Corea del Norte) y conflictos, oscilantes en magnitud y duración, con los Estados Unidos, Inglaterra, México, Chile, Colombia, Honduras, Paraguay y otros. También hereda un deterioro importante en la producción industrial y agrícola, un crecimiento notable en las importaciones, acompañados por devaluación de la moneda, control de cambio, control de precios y un expediente terrible en materia judicial, educativa y de intolerancia ideológica. También hereda, y hay que admitirlo, un crecimiento en la disponibilidad de alimentos -gracias a la importación-reducción de la pobreza extrema y una política habitacional que comenzó a dar frutos tardíos, pero electoralmente atractivos en el año 2012. Su campaña estará basada en la carismática imagen de Hugo Chávez.

También hereda el apoyo de todos los poderes públicos que, sin rubor, han puesto a su disposición, como lo hicieron en el pasado, enormes recursos a pesar de que tal conducta viola la Constitución.

Capriles representa valores tradicionales, una gran sensibilidad social y en su paso por la gobernación de Miranda ha dejado una buena imagen en materia de vivienda popular, educación y servicios sociales. Tendrá el apoyo de la izquierda moderada, socialdemócratas, socialcristianos, grupos del centro, buena parte de la clase media, profesores, maestros, escritores, artistas y la gran mayoría de los comerciantes, industriales y productores agrícolas. Representa la no-reelección, la libertad de expresión, un Estado más pequeño y eficiente, firmes derechos de propiedad, libertad de comercio y estímulo a la producción nacional de bienes y servicios por parte del sector privado.

En síntesis el populismo socialista vs la democracia moderna.
Lágrimas de sangre

Carlos Machado Allison

Vamos a llorar lágrimas de sangre dijo el economista José Guerra y en otros términos, pero con el mismo sentido, se han pronunciado los economistas, politólogos y analistas más destacados. Creo que sólo se equivocan en el tiempo verbal porque que ya estamos llorando al ver billetes convertidos en humo cuando vamos al mercado, a la farmacia o al pagar la factura de algún servicio. El señor Maduro ignora esas cosas, sólo se ocupa de revoluciones, evocaciones del líder que ya no está, e improperios hacia la oposición.

¿Qué quiere la gente? ¿Qué aspira cuando atisba hacia el futuro? Pues pocas y precisas son las ambiciones que nos quedan, las otras, tan diversas como lo que cada individuo o familia quiere, o se han venido a menos, o han desaparecido. Es tan poquito lo que queremos en éste país disminuido, que a veces me siento transportado hacia un remoto pasado. La gran mayoría de los venezolanos aspira llegar vivo a su casa, tenerle confianza a la policía o a las fuerzas armadas. No le sirven discursitos patrioteros, evocaciones a Negro I y menos aún, las loas genuflexas a la minusválida isla del Caribe que hacen de nuestra soberanía un chiste. La mayoría ya no aguanta ni la inflación, ni la escasez, la inexistencia de una oferta de trabajo digno y bien remunerado. Tampoco aguantan la mala atención hospitalaria, los huecos en las calles y el caos de las ciudades.

Catorce años del socialismo del siglo XXI, corrupción y pillaje han dejado al país vuelto un asco. Lo que queda de la educación, atrasada, mediatizada e ideologizada, hace que nuestro futuro esté comprometido. La agricultura, la industria y las universidades, maltrechas. El país endeudado y azotado por un enjambre de jejenes que nos chupan la sangre. Maiquetía vista como puerto de escape y algunos frustrados, ya no saben a quien culpar de su desgracia. Los optimistas creen que el gobierno aprendió lecciones y que si gana Maduro, habrá un viraje en las políticas. Otros están conscientes de la inexistencia de rutas fáciles o loterías y que el cambio hay que ganarlo a través de votos y participación activa en el proceso electoral.

Hay quién piensa que somos imbéciles o masoquistas. ¿Es usted masoquista o imbécil? ¿No entiende que si no se transforma en un ciudadano activo puede perder bienes, amores y valores? ¿Le gusta seguir las órdenes que vienen de La Habana? ¿Disfruta cuando las estadísticas nos colocan entre los países fallidos, las economías de menor desarrollo, los menos competitivos y como si fuera poco como uno de los sitios más peligrosos del planeta?  Pues diga que no, que no es imbécil, que quiere a su país, a su familia y a sí mismo. Queda menos de un mes y el 14 de abril no se puede quedar nadie en su casa llorando lágrimas de sangre o de cocodrilo. Capriles no es un caudillo, de ésos ya tuvimos bastante, es el comienzo de un camino, pero eso, está en tus manos.

No importa si eres joven o viejo, porque nadie va a hacer tu trabajo.

cemacallison@gmail.com

jueves, 21 de marzo de 2013

El milagro de los alimentos

Carlos Machado Allison
marzo de 2013

Ha ocurrido un milagro, sin haberme entrenado en un gimnasio, ni haber tomado el curso de Charles Atlas, hoy cargué sin mayor dificultad las bolsas del mercado. Hace tres meses necesitaba la ayuda de uno de esos muchachos que llevan las bolsas hasta el automóvil en un carrito, hoy lo hice sin ayuda. ¿La causa? Pues simplemente la inflación. Hice una compra de casi 1000 Bs (los que eran fuertes), equivalentes a la mitad del sueldo de alguien que gana salario mínimo. Obviamente no compré los productos más costosos, pero sí algunos bien pesados como cambures, lechosa, leche UHT, jabón para lavar, cloro y alguna cosa más. No encontré mantequilla (la de verdad), limité la compra de queso porque estaba a 150 el kilo y por fortuna, a mi edad, no necesito comer mucha carne (91 el kilo). Pero sí necesitaba unos limones (Bs 35 el kilo), un aguacate (Bs 46) y unas galletas que, por el precio, debieron haber sido preparadas con polvo de oro y no con harina. Quería unos jojotos dulces y no me importaba que fueran congelados o empacados, pero no había, tampoco leche en polvo y...bueno ¿qué decir? Triunfó la revolución y ahora tenemos plena seguridad y soberanía alimentaria. Ya no necesito ayuda para hacer el mercado. La venta de alimentos procesados disminuyó 2,5% el mes pasado y con una devaluación de más del 40%, el segundo trimestre del año nos depara muchas sorpresas.

¿Nuevo record en importación de alimentos en Venezuela?

Carlos Machado Allison
21 de marzo de 2013

Si proyectamos las cifras del INE (enero-octubre de 2012) para el cierre del año la importación de alimentos y otros productos agrícolas como forrajes superará los 8 mil millones de dólares. También fué un año muy especial ya que las importaciones totales superaron los 50 mil millones de dólares, cerraron el SITME y ahora viene un nuevo sistema para adquiri divisas. Pero, desde luego no para el ciudadano, ni tampoco para el pequeño empresario ya que para acceder a ellas hay que estar inscrito en el RUSAD.

El ministro Giordani confesó (no hay mejor término) que el estado venezolano liquidó 25.000 millones de dólares por el SITME y que los mismos terminaron en manos de los burgueses, etc., etc que con ellos compraron chatarra. Terrible confesión ya que para importar cualquier cosa hay que pasar por el escrutinio de las autoridades, cumplir mil y un requisitos y luego, en las aduanas, se verifica que lo importado se ajusta a lo solicitado. ¿Será que el gobierno otorga dólares para chatarra y luego la acepta en la aduana? En caso contrario el ministro y demás funcionarios deberían renunciar por incompetentes o algo peor....

El Opinador

El opinador

El Universal, Caracas, 12 de marzo de 2012

Carlos Machado Allison


Quienes tenemos un espacio en los medios de comunicación enfrentamos un oficio  complejo y con frecuencia lo que se escribe no es bien recibido por una proporción de los lectores, mientras que otra, no menos importante, desearía que uno le diera respuesta a sus inquietudes.

Tal cosa es imposible, especialmente cuando las inquietudes son tantas como las que nos abruman en este momento. El columnista opina, no posee una bola de cristal y tampoco domina todos los temas, lo que aspira es estimular reflexiones sobre lo que acontece. En los últimos tres meses, gracias al secreto oficial, buena parte de los venezolanos han tenido su atención centrada en la salud del Presidente o en las consecuencias de la misma, pero por razones muy distintas. Unos por el temor de perder sus prebendas, ingresos o canonjías, otros por el miedo de no tener acceso a las mismas o, peor aún, a perder el empleo, no recibir un aumento de sueldo, no encontrar la comida o las medicinas indispensables. Domina la incertidumbre, corren los rumores más disímiles, aumenta la venta de ansiolíticos y adivinadores, astrólogos y similares viven su mejor momento. Mientras tanto el país cae en picada porque cuando la incertidumbre domina, los inversionistas se retiran, las decisiones se postergan y parte de la sociedad se paraliza.

También es importante el contexto en el cual se expresa una opinión. La misma puede ser muy importante en un día, y dejar de serlo en la siguiente década. En su momento, el estado de salud y deceso de Franco, Stalin, Tito, Mao, Gómez, Roosvelt o Alejandro Magno, por citar algunos que enfermaron en el pináculo del poder, generó angustia e incertidumbre, tanto para seguidores como para opositores. Después quedó el registro histórico de lo trascendente y al olvido se sumieron las semanas o meses de la enfermedad, las noticias, silencios o especulaciones del momento. ¿Cuál será el impacto de Hugo Chávez? Sin duda importante, su figura estará presente por mucho tiempo. Apenas asomo la pregunta, la respuesta quedará a juicio de cada lector y de ese juez implacable que es el tiempo.

En cadena he escuchado testimonios que comienzan por el elogio, en muchos casos sincero: “padre, amor, heredero de Bolívar, el que se ocupó de nosotros, el que nunca morirá por que lo llevo en el corazón”. Luego, la agresión o la amenaza explícita contra “los secuaces del imperio, los golpistas, tengan cuidado los opositores, los estamos vigilando…”. El no comulgar con la doctrina es delito, la instigación al odio es evidente. También vale preguntar ¿Quién gana y quién pierde en éste juego de rumores, testimonios y especulaciones? No será el pueblo porque un sordo caos se asoma, un gobierno que aún no es, ya amedrenta y cuando tal cosa ocurre, casi siempre pierden todos. Entramos en una nueva etapa, la consolidación de lo vivido en la década pasada, o el reto de encontrar un nuevo rumbo por la única vía que conocemos: el voto y la democracia.

martes, 29 de enero de 2013

Mala música y peor comida

Mala música y peor comida

El Universal, 28/1/2013

Carlos Machado Allison

Por razones diversas hay quién piensa que el suministro de alimentos es un asunto simple. Suponen que en el trópico basta con lanzar una semilla en cualquier parte para lograr una abundante producción, o que el gobierno arroje algún dólar al mercado internacional para solucionar el problema. Un sistema agroalimentario saludable y eficiente necesita, como una orquesta, muchos ejecutantes bien entrenados, satisfechos con su labor, bien remunerados, tecnológicamente dotados, con visión global y de largo plazo. El director de la orquesta tiene que ser inteligente, conocer las particularidades de cada instrumento, de cada músico y tomar en consideración los gustos del público y el precio de la entrada.

Desde hace una década los consumidores, tienen problemas para acceder a la comida. Aunque alguien diga que 20% de desabastecimiento es “aceptable” y que 25% de inflación es menos que 30, lo cierto es que el derecho a la alimentación ha estado muy comprometido. Así está, porque como país, estamos haciendo muy mal todas las cosas que tienen que ver con la comida. Arrastrados por estupidez, los dogmas, la arrogancia derivada de lo fácil que es hacerse con dólares petroleros y la ignorancia supina de lo que significa un sistema agroalimentario saludable, entonces postergamos decisiones y colocamos todas las culpas en cosas tan falsas como manidas: especulación, acaparamiento y usura.

¿Qué debemos hacer para que los venezolanos dispongan de alimentos variados, a precio razonable y en cantidad adecuada? Para comenzar es necesario que los productores primarios tengan sólidos derechos de propiedad sobre sus tierras, libre acceso a semillas, insumos, tecnología moderna, crédito y certeza de poder producir a largo plazo y con una razonable utilidad. Luego es imprescindible que la infraestructura tenga calidad: carreteras, centros de acopio, cadena de frío, libre circulación de los productos, control de calidad y normas sanitarias. Productores y transportistas deben trabajar en sintonía, como los violines, flautas y trombones de la orquesta, para que los productos lleguen sanos y salvos a la agroindustria o a los mercados. El director de la orquesta debe armonizar, crear condiciones adecuadas, negociar soluciones y entender que un estómago lleno a precio razonable, es mejor política que un modelo ideológico y económico que produce más votos que alimentos y más ilusiones que empleos. Los venezolanos están condenados a ir todos los días a un establecimiento donde la comida es mala y la música peor.

El atraso alimentario es patente: divisas gastadas, baja calidad de los productos, escasez, inflación, asimetrías en el consumo, costo burocrático y baja competitividad. La orquesta desafinada, instrumentos obsoletos y batuta corroída, toca un patético potpourri acompañado por una voz aguardientosa que murmura “Todo a media luz, cuesta abajo en la rodada, una percha en el cogote y la comida tan cara que mi bolsillo enfermo ya no da más”

lunes, 31 de diciembre de 2012

NUEVO LIBRO

Estuve ausente del blog por un tiempo, pero ahora, víspera del nuevo año, lo retomo y los primero que deseo compartir con los amigos lectores, es la publicación de un nuevo libro. Pero, al menos parte del mismo no es tan nuevo y me explico. En 2004 publiqué, sólo para distribución en Venezuela, la saga histórica "La Casa de Altagracia" (691 páginas). La novela cubre la historia de una familia venezolana a través de los eventos del lapso 1750-1828, antes, durante y después de la guerra de independencia. La misma se agotó un par de años después.

Ahora se añade la continuación (1828-1863) tiempo de incertidumbre, caudillos y la guerra federal. Muchos pasajes de la novela se vinculan a la realidad actual de Venezuela: falta de derechos de propiedad, el caudillismo, el abuso desde el poder central y la fragilidad de las instituciones.

En diciembre de 2012, hace un mes, una editorial internacional, COGNITIO BOOKS adquiere los derechos del primer libro y su continuación. Los publica como e-Book (también disponible en papel a pedido) en forma de tres volumenes que están siendo distribuidos por Amazon, Barnes&Noble, a Kindle, Kobo, iBookstore y otras organizaciones similares. En las páginas WEB de estas organizaciones se indica como adquirirlo (e-book o papel).

Por ahora, el libro sólo estará disponible a través de la red internacional de distribución.

martes, 11 de septiembre de 2012

Después de las elecciones

Después de las elecciones

El Universal, 11 de septiembre de 2012

Carlos Machado Allison

Cuando esta nota se publique faltarán tres semanas para las elecciones y estarán lloviendo ofertas, ofensas y promesas. ¿Qué harán el triunfador y el derrotado? En el pasado esto era predecible, el derrotado pasaba a la “reserva” de su partido y tenía la opción de reactivarse cinco años después, seguir siendo dirigente de su tolda política o regresar a su profesión inicial. Alguno optó por el retiro total, pero todos aceptaron los resultados en la tradición del sistema democrático. Uslar Pietri retornó a la literatura, Piñerúa y Caldera a la política, Betancourt, Leoni y Pérez pasaron a ser centro de consultas o referencias obligatorias y hay quienes siguen activos en la vida nacional, como Eduardo Fernández y Andrés Velázquez.

Creo que es predecible lo que haría Capriles, pero no tengo ni la más pálida idea de cual será la conducta de Chávez si, como bien podría ser, resulta derrotado en los próximos comicios. ¿Pasará a retiro? ¿Se transformará en el líder de la oposición? ¿Tomará el último vuelo con rumbo a su amada Habana? Para especular sobre estas cosas hay una pregunta que corre de boca en boca en estos días: ¿Aceptará la derrota como lo hicieron Barrios, Piñerúa, Fernández, Velázquez y Caldera más de una vez? O gritará que su propia gente y sistema lo traicionó? No tengo respuesta porque el hombre y el contexto son diferentes.  No forma parte de generaciones como las de 1919, 1928, o la de las juventudes universitarias de 1958, que tenían como norte libertad, los derechos humanos, el combate a la pobreza, el progreso económico del país, la educación y otros valores trascendentales qué luego dejaron más del 90% de la infraestructura y las instituciones del país.

Acompasado por un costoso aquelarre de símbolos, eventos y pancartas, nos deja una zarrapastrosa administración del erario público: Amuay, Yare, El Rodeo, Cavim, narcotráfico, corrupción, jueces fugados, 19.000 asesinatos por año, centralización del poder, abusos, intimidación, inflación, desabastecimiento, irrespeto a la propiedad privada, abatimiento de la producción y fuga de talento.

En el pasado dominó el respeto entre ganadores y perdedores, no sólo candidatos y dirigentes, sino también entre electores. Excepciones, las había, pero eran eso, casos aquí y allá de intolerancia, pero la mayoría, concluida la emocional pugna electoral, retornaba al equilibrio dinámico que caracteriza a las democracias. Equilibrio que es ahora más importante que nunca, porque el país debe ser reconstruido, la confianza reestablecida, la honestidad y la justicia, rescatadas. Es necesario aumentar la producción y el empleo digno. El daño ha sido enorme, el país está como un mueble abandonado, carcomido y cojitranco. Las instituciones no están en mejor estado que las carreteras, los puentes, las cárceles y la educación: es el legado de casi tres lustros de retroceso. Una juventud sin puentes, ni futuro, harta de la verborrea preñada de ilusiones, sabrá bien por quién votar.

viernes, 20 de julio de 2012

Demasiado gasto en alimentos

El 37,1% del ingreso familiar está dedicado a la adquisición de alimentos de acuerdo al BCV. Este es el promedio nacional y por consiguiente el gasto de los más pobres es aún mayor. Esta proporción corresponde a un país muy pobre ya que en los industrializados el gasto oscila entre el 12 y el 20%. En el nuestro, gracias a la inflación, el acto de comer es relativamente más caro que en muchos países. Tanto que, a la tasa oficial, una hamburguesa (combo) cuesta US$ 14,88 y un litro de leche de larga duración US$ 2,61. En México, por ejemplo, ese mismo litro de leche cuesta la mitad.

viernes, 22 de junio de 2012

Sumando votos: el salón oscuro

Sumando votos: el salón oscuro

El Universal, 19 de junio de 2012

Carlos Machado Allison
                                           
Mala democracia es aquella en la cual hay que tener uno o más testigos en cada mesa y ocho ojos vigilando cables, operadores, cajas de cartón, mientras personajes tenebrosos y uniformados supuestamente “garantizan” la seguridad de los electores. ¿Por qué milicianos en un acto de civiles?  Mala democracia es aquella donde cuatro de los cinco jueces electorales están comprometidos con el partido de gobierno, así como la fiscalía y la sala electoral del TSJ.

Usted vota en una mesa, el dedo en la máquina captahuellas como si fuera un delincuente, toca un sensor y aparece una papeleta, vea bien que haya sido impreso el nombre de su candidato y colóquelo en la caja. Regrese a la hora del cierre y si la milicia lo deja, vaya al sitio donde se contarán los votos y se emitirá el acta. Allí comenzará la oscuridad programada, angustiosa espera ya que toda la información llegará a esa cosa llamada la sala de totalización. Resulta que es delito adelantar información, no se puede divulgar el resultado de los “éxit-polls”, ninguna encuestadora, partido, periódico, televisora o grupo de ciudadanos puede informar sobre lo que ocurre ¿por qué ese silencio sobre un acto público, civil, diseñado para ser transparente? Yo exijo como ciudadano saber, minuto a minuto, que ocurre en Achaguas, Zaraza o Barinitas, en Petare o en la mesa en que voté, vivimos en la era de la informática. Lo  que pido es posible y deseable.

¿Porque ese proceso no puede ser transmitido “en vivo”, en eso que llaman “tiempo real” y que el ciudadano, frente al televisor, como ocurre en otros países, siga al instante, como se desarrolla el proceso? Hemos visto como se van moviendo las cifras en las elecciones de otros países: en un recuadro el total por entidad federal, en otro el porcentaje, abajo la estimación de un canal o de una consultora, en el centro el locutor invitando comentaristas a opinar sobre lo ocurrido en un sitio y lo que puede acontecer en otro. Cuando se hacen oficiales los resultados ya todo el mundo los conoce, países donde no hay “sala de totalización” accesible para algunos privilegiados, ni mensajero que lleve la cifra al presidente a ver como reacciona. Ya todos saben cual fue el resultado por municipio o estado. No existe “primer boletín”, no hay “segundo boletín” dos días después, o un tercero que nunca llega. Casi siempre, esa misma tarde, el candidato derrotado hace público su reconocimiento y el triunfador lo felicita por su noble actitud.

Aquí, “adelantar” resultados es delito porque “supuestamente” influye en quien aún no ha votado, pero no el hacer listas, intimidar funcionarios, enviar pandillas para amedrentar a los electores o violar la Constitución. Pero no importa, vamos a votar masivamente para cambiar esas cosas, para tener democracia, para que no existan excluidos, ni listas, ni poderes sumisos, para tener un país de ciudadanos y no de marionetas. Capriles no es un caudillo, es un ciudadano.

Incluidos y excluidos

Incluidos y excluidos

El Universal, 5 de junio de 2012

Carlos Machado Allison

Aunque el actual gobierno se jacta y usa con propósitos electorales la palabra “incluyente”, es posiblemente el más excluyente de todos los que ha tenido Venezuela y el menos democrático. Las Naciones Unidas acordaron que una democracia incluyente está basada en el “principio de que el poder político se distribuye y comparte de diversas formas, para proteger a las minorías y para garantizar la participación y la libre expresión de todos los ciudadanos, hace hincapié en la calidad de la representación tratando de lograr el consenso y la inclusión, no mediante la fuerza electoral bruta de la mayoría. Una democracia incluyente valora también la necesidad de promover las organizaciones de la sociedad civil, los medios de difusión abiertos, la política económica orientada hacia los derechos y la separación de poderes.” (UNDP, 2000).
 El concepto de incluyente que maneja nuestro gobierno es otro. Sus voceros son sinceros al señalar que no trajinan la ruta democrática, sino la del autoritarismo socialista, en el que es natural la exclusión, a través de obstáculos e incluso leyes, que le limitan a sectores de la población la vida económica, social o política. Los ejemplos abundan. La mayoría de los venezolanos, en particular los pobres, están excluidos de las leyes penales, tanto que dos de cada tres encarcelados no ha sido sentenciado y carece de derechos humanos. Con los derechos de propiedad ocurre lo mismo, si usted pertenece al partido de gobierno o tiene buenos amigos allí, sus propiedades están a salvo. Por el contrario si es pobre, carece de ellos y si no está vinculado al gobierno el riesgo de perder lo que posee es grande.

El comercio también es excluyente, sólo algunos tienen derecho a importar vehículos, alimentos, electrodomésticos o medicamentos y esos son aquellos a quienes el gobierno les otorga una licencia de importación y acceso a divisas. Usted, amable lector, no puede hacer nada de estas cosas, es un excluido, salvo que sea el privilegiado poseedor de una licencia. Estamos obligados a ahorrar en bolívares, es decir condenados a perder el patrimonio a una tasa similar a la de la inflación, 25% o más por año. Estamos excluidos de miles de millones de seres humanos que ahorran en dólares, euros, yenes o libras. Existen algunos incluidos que, a través de los laberintos gubernamentales, obtienen monedas duras poco propensas a devaluarse. Existe una cosa llamada Seguridad Social a la cual se cotiza para tener acceso a la salud y a una pensión. Pues la gran mayoría de los venezolanos están excluidos del sistema y todos están excluidos del sistema de protección personal, salvo quienes por estar en el gobierno poseen escoltas personales y vehículos blindados.

Tenemos elecciones, pero se excluye al pueblo una vez que se posee el poder. La participación política está mediatizada, los medios están sujetos a las licencias que otorga o quita el ejecutivo, no existe transparencia, ni rendición de cuentas, no existe separación entre los poderes del Estado. “Los países incluyentes tienen éxito, los restantes fracasan” (Hugo Faría).

domingo, 20 de mayo de 2012

Creen que regularización de la tierra recuperará el agro

Estiman que la Ley de Tierras ha sido un revés para la producción nacional


ANGIE CONTRERAS C. |  EL UNIVERSAL
domingo 20 de mayo de 2012  12:00 AM

Nota: Angie Contreras es una de las periodistas más acuciosas que conozco. Busca y verifica información, es objetiva y responsable. Reproduzco esta entrevista con gran satisfacción.
La Ley de Tierras y Desarrollo agrario ha sido una piedra de tranca en el desarrollo de la agricultura nacional. El instrumento se ha convertido en una vía para la toma de tierras productivas y en una constante amenaza para los productores venezolanos, según consideración de Carlos Machado Allison, profesor del IESA y experto agroalimentario.

Sin haber realizado un catastro minucioso de los predios con vocación agrícola y pecuaria en el país, el Gobierno ha desconocido la titularidad de las tierras privadas alegando que todas son propiedad de la Nación. Bajo esa premisa, el Instituto Nacional de Tierras (INTI) ha "rescatado" más de 3,6 millones de hectáreas que poco aportan a la producción de alimentos.

El desconocimiento de la titularidad de los predios agrícolas ha generado desestímulo en la producción, pues quienes poseen tierras dejan de invertir porque temen que en cualquier momento puedan ser despojados de sus propiedades.

Machado Allison afirma que la regularización de las tierras es la vía para la recuperación de la producción agrícola, y sostiene que ese proceso debe hacerse con la finalidad de incrementar la eficiencia y no como instrumento de acoso a los agricultores.

"Hay dos vías de acción. Si en ese proceso de regularización se detecta que hay tierras que son propiedad del Estado una vía es cobrar impuestos por el uso y la explotación de esa tierra, y la otra es hacer una oferta y decirle que deben tanto por el uso de esas tierras. Pero la política del Gobierno con los pagos ha sido a la inversa: interviene y tiene que pagar la bienhechuría o la tierra. Si el propietario no puede demostrar que es el dueño de la tierra, entonces que tenga la opción de comprarla o alquilarla. Debe haber una negociación para que la siga utilizando y poniéndola a producir", explicó.

Considera que en la medida en que los productores tienen garantías sobre la propiedad eso se traduce en incentivo para incrementar la productividad.

"No niego la posibilidad de que el Gobierno tenga que actuar pero la política no puede promover corrupción y acoso a la producción. El Clima de zozobra impacta sobre la producción de otros rubros que vienen disminuyendo gradualmente, como son aquellos de largo plazo", dijo Machado Allison.

Cambios

El especialista considera que existen mecanismos que pueden ayudar a elevar la producción de alimentos, mejorando la eficiencia y los rendimientos por hectáreas. Para ello es necesario modificar el artículo que prohibe alquilar, enajenar, arrendar o cualquier transacción con las tierras de vocación agrícolas.

Machado Allison explica que las economías modernas tienen modelos productivos donde se unen las tierras en una suerte de cooperativa, convirtiendo varias parcelas en una extensión de tierras, modelo que permite mejorar los rendimientos y optimizar los costos.

"Buena parte de la agricultura del mundo se hace por la vía del alquiler, porque si hay cuatro o cinco parcelas continuas y ninguno puede comprar un tractor porque la cosecha es pequeña y los costos son altos, entonces esas agrupaciones se ayudan entre ellos para comprar los insumos y maquinarias. El papel del Estado en ese proceso es velar por la igualdad entre los productores".


Nota: El entrevistado quizo explicar que el papel del Estado es asegurar la equidad en los contratos entre los productores, no participar en los mismos, ni dedicarse a producir.

martes, 24 de abril de 2012

¿Cambios en Agropatria? ¿Regresa Agroisleña?

24 de abril


Varios medios traen la noticia de un posible acuerdo entre el gobierno y quienes poseían Agroisleña. Desde su precipitada "expropiación" por parte del gobierno, la organización perdió eficiencia y miles de productores fueron afectados por la falta de agroquímicos, maquinaria y sobre todo del conocimiento que sobre la agricultura había acumulado la empresa fundada por la familia Fraga. También protestaron, varias veces, los trabajadores de la empresa.


En apariencia el gobierno preocupado, está en una onda de rectificación, primero abrió el diálogo, por primera vez desde el 2003 con algunos gremios agrícolas, ajustó algunos precios al productor, eliminó algunos aranceles y hace esfuerzos por incrementar el acceso al crédito. Por otra parte el nuevo Presidente del INTI parece menos agresivo que sus predecesores en lo que a ocupar tierras se refiere, lo que ha generado un poquito de tranquilidad entre los productores. También la escasez de divisas y la paridad cambiaria de los últimos meses han beneficiado a los productores de bovinos que vieron incrementar sus ventas en el 2011.


Estos pequeños pasos habían sido el clamor de los productores por varios años, pero el gobierno no quería escuchar. La inseguridad jurídica, el control de precios y el control de cambio, sumados a dos años de clima desfavorable, determinaron una violenta caida en la producción. Alrededor de 5 millones de toneladas menos en 2010 y 2011 en relación con las cifras del pasado. La producción de maíz, arroz, caña de azúcar, carne bovina, plátano, algunos frutales, café y otros productos descendió. Tanto que entre 2008 y 2011 la factura de importación fue enorme. La cruda realidad golpea en un año electoral y el mismo ministro, ahora también Vicepresidente, parece haber entendido algunas cosas. Si concretan una que otra de estas rectificaciones, la producción de algunos rubros aumentará este año. Varias veces lo he señalado, los chinos serán seguidores de la ideología de Marx, pero cuando de negocios se trata, les gusta más Adam Smith.


Recuperar Agroisleña, como empresa mixta, llevará un tiempo - si en efecto se transforma. Se perdió el capital humano en buena medida, en manos del gobierno se burocratizó, se fracturó la cadena de suministros, se abatió la calidad y pertinencia del servicio. Como empresa privada era muy eficiente, en su condición de pública, un desastre. Como empresa mixta, a lo mejor resulta regularcita. ¿Dará el gobierno el gran salto? Es decir ocuparse de gobernar y dejar que el sector privado trabaje en libertad? No lo creo, son "pasitos atrás" en año electoral. Aún retumban en los oidos de los parlamentarios la sarta de mentiras del ex-Ministro Loyo cuando le dió lectura a la Memoria y Cuenta del 2010 multiplicando por dos, tres y a veces hasta por cinco los valores reales de la producción.


Mientras tanto, en la oscuridad, preparan otra bomba contra la libre empresa: la nueva ley del trabajo.

jueves, 5 de abril de 2012

La mentira agrícola

La mentira agrícola

Si todo está tan bien ¿por qué eliminaron las barreras arancelarias el 4 de marzo pasado?

CARLOS MACHADO ALLISON |  EL UNIVERSAL
martes 27 de marzo de 2012
  
Una de las últimas actividades del ministro saliente fue la presentación de la Memoria ante la Asamblea Nacional. Corrían rumores sobre la insatisfacción de su gestión y el presidente Chávez llegó al extremo de hacerle un reclamo, casi público, que trascendió: quiero resultados, dijo. El Presidente angustiado por el fracaso de su política agrícola, arremete injustamente contra sus ministros, porque el mismo viene de las grandes decisiones del gabinete que preside y de la Asamblea que domina. Ministros y directores asustados inventan cifras para justificar la enorme masa de dinero gastada en la última década.

Las cifras oficiales han estado infladas y hay modos de verificación: la importación de alimentos, las cifras que manejan los productores o la disponibilidad de la agroindustria, los episodios de escasez, la inflación y las variaciones esperadas, entre un año y otro, de rubros que requieren, biológicamente, plazos mayores para que aumente la producción. Veamos algunos ejemplos: (1) De acuerdo a la Memoria el país produjo 637 mil toneladas de carne bovina y la realidad es que la producción nacional no llega a 300 mil. El MAT incluye, como producción nacional, a los animales importados que llegan a los mataderos y añade 1.000 millones de litros de leche que nadie encuentra; (2) En la fantástica Memoria la zafra de caña alcanzó 8,1 millones de Ton., cuando apenas rasguñó los 6 millones y fue necesario importar mucha azúcar y vivir episodios de escasez; (3) La producción de maíz según el MAT llegó a 2,1 millones de Ton., y los productores y procesadores la estiman entre 1,5 y 1,7 millones; (4) La de arroz fue de 845 mil toneladas, pero la misma no pasó de 750 mil y estamos importando de Guyana; (4) Lo fantástico llegó a límites nunca pensados al señalar que la producción de yuca superó las 750 mil Ton. y la de papa 554 mil, es decir, 400.000 Ton. de exageración; (5) Las cifras de tomate y cebolla fueron multiplicadas por dos, a las naranjas le agregaron 100.000 Ton., y así sucesivamente.

Cifras

Mientras que los conocedores del tema apuntan a una producción de 15,5 millones de toneladas, el ministerio informa que fueron 20 y el exministro dijo que en 2012 serán 24. Con buen clima, mejor precio a los productores, suministro de insumos a tiempo (se recuerda, con añoranza, a Agroisleña) y garantizando que no seguirán invadiendo, rescatando o capturando fincas, en el 2012 alcanzaremos 16 o 17 millones de toneladas. El Gobierno se prepara para superar los 6.350 millones de dólares gastados en importar alimentos el año pasado. Aplauden los productores de Brasil, Nicaragua, Guyana, Argentina y del Imperio mismo, beneficiarios de la política agrícola vigente.

Si todo está tan bien como reza la Memoria, ¿por qué eliminaron las barreras arancelarias el 4 de marzo pasado? ¿Será que ocurrió una conversión del socialismo profundo al neoliberalismo del siglo XXI en el alto gobierno? O tratan, a realazos, de evitar el desabastecimiento que tantos votos cuesta.

Venezuela en el Medioevo

Venezuela en el Medioevo

Una corte genuflexa que acompaña al rey con fidelidad, lo exalta y lo adora

CARLOS MACHADO ALLISON |  EL UNIVERSAL
martes 13 de marzo de 2012  12:00 AM
Hay tantos elementos de la vida medieval en nuestro país que parece lícito escribir un comentario. Cierto es que nuestra historia como nación moderna es reciente. Se nos fue el siglo XIX y parte del XX bajo caudillos primitivos. Sin la renta petrolera fuimos una sociedad rural y pobre, acostumbrada a los abusos del mandamás de turno. Fallecido Gómez, surgieron los primeros partidos que, como nuestras Constituciones, se inspiraron en lo ocurrido en Europa después de la Revolución Industrial con su clase obrera y modos de producción modernos que aquí no existían. Nunca tuvimos un Cromwell capaz de irrespetar al rey-dios, designado por la mano divina para ser dueño de tierras, almas y vidas, ni una revolución a la francesa ni una Constitución visionaria como la de Estados Unidos. Con Cromwell un rey perdió la cabeza, otro con la revolución francesa. Eventos dramáticos, cuyo mensaje era la demanda de los pueblos por un sistema representativo, un Estado de Derecho, libertad de expresión, una educación liberal y propiedad plena sobre la tierra, la vivienda o el cultivo.

El dueño

Aquí persiste parte de la Edad Media y de los siglos XV al XVIII: un mandamás se siente dueño del país, de su destino, de sus tierras y del alma de sus habitantes. Un pensamiento atrasado y conservador, autocrático y manipulador de las masas. Recuerda al rey-divino lanzando monedas o migajas al pueblo, con misas especiales para enaltecer su procedencia divina y asegurarle salud y pasaje al cielo. También se otorgaban, o se quitaban, ducados, condados o parroquias de acuerdo a los servicios prestados a la corona. La educación era una desgracia absoluta, los servicios públicos inexistentes y la salud, como la vida y la muerte, dependía del mandato divino o de la gracia del rey. Pues aquí, en última instancia, ocurre algo parecido. La justicia dispensada, a su arbitrio y conveniencia. La propiedad es de quien el rey disponga. Caminos llenos de bandidos donde la vida terrenal poco vale. Una corte genuflexa que acompaña al rey con fidelidad, lo exalta y lo adora, por encima de cualquier otro hombre. Difícil cabalgar con armadura, entre tanto hueco lo hacen con vehículos blindados, escoltas y chalecos más livianos y resistentes que las cotas de malla.

Mezclaron, en la marmita de un aquelarre demencial, las ideas de la Edad Media con otras tan atrasadas como aquellas. Cristo mezclado con Marx, híbridos de Mussolini con el Che Guevara, Bolívar el liberal transformado en líder comunista. El Cabito y los bandidos de la Revolución Federal, héroes de una supuesta gesta libertaria. Su imagen en carteles, en la televisión, suerte de Enrique VIII, pero sin Bolívar como fondo. Ya es tiempo de salir de la Edad Media y asomarnos, como se intentó en los años de la democracia, al siglo XXI. Ya no se cortan cabezas, ni se venden indulgencias, se hacen elecciones y se le ofrece al pueblo una vida mejor y más digna, plena de derechos, pero también de valores morales y obligaciones.

viernes, 9 de marzo de 2012

El Pillo

El Pillo

El Universal, 28 de febrero de 2012

Carlos Machado Allison

Un tema de conversación recurrente tiene que ver con los pillos y su inevitabilidad en nuestro país. El pillo, es …la persona que es hábil para engañar con el objeto de conseguir una cosa”. Entre sus sinónimos se encuentran granuja, bribón y astuto, al final, pillo es quién actúa sin honradez. No se trata sólo de dinero, la honradez también tiene que ver con discursos y la veracidad. Pillo es el que enseña mal, el que cura mal, el que engaña, el que miente a sabiendas del daño que hace.

En todo caso nuestra sociedad está y ha estado a lo largo de buena parte de su historia, plagada de bribones. Su naturaleza y origen es muy diversa, oscila desde el pilluelo que merodea el mercado, hasta el encumbrado en el alto gobierno. Pillos mayores y menores, vestidos de civil y de uniforme, y con frecuencia, los de mayor calibre, asociados a un caudillo que los protege de la ley. El pillaje ha sido un modo de vida y en cualquier texto de historia podemos constatar su frecuencia. Los pillos rodearon la dinastía de los Monagas, el pillaje fue la norma durante la Guerra Federal, Guzmán Blanco fue, para muchos, algo así como el paradigma del “gran pillo”. Buena parte de nuestras revoluciones se fraguaron y ejecutaron para satisfacer las ansias de un rápido y deshonesto enriquecimiento. Hacerse rico en Venezuela y morir, en buena posición, en el exterior ha sido un objetivo anhelado. Así ocurrió con Guzmán, el Cabito y Pérez Jiménez, uno mirando al Sena, otro a las palmeras y el último, entre tapas y fandangos. Lo que ha cambiado con el tiempo es el sitio donde se muere, primero fue Paris, luego Londres o Nueva York, recientemente son otras las ciudades, todas del primer mundo.

La pillería, reservada en el pasado a los caudillos y su corte, pasó a ser más popular con el advenimiento del Petróleo y engorde del presupuesto nacional. Entre lo viejos y nuevos tiempos hay diferencias: en el pasado había cierto riesgo para el granuja porque algunos jueces tomaban en serio lo de la Constitución y las leyes, ahora el pillo nada a sus anchas, compra casas en La Lagunita, terrenos y haciendas, tiene amplio acceso a  bonos de la república, fondos de pensiones, contratos para la compra de alimentos o armas, monta empresas fantasmas, alguno es empresario de la construcción inacabada de viviendas públicas. Los ministerios, cotos privados de caza. ¿Amantes de Marx y de Ali Babá al mismo tiempo?  Me pregunto: ¿Qué pensarán los comunistas honestos, que sin duda los hay, de tanta pillería? ¿Dónde quedaron los valores de la revolución?

El pillo de antaño, delgado y bien vestido, era un truhán con presunción, algunos parecían gomosos lechuguinos. El de ahora, obeso y obsceno, se cubre con una camisola de colores vivos y gorra de béisbol. Cuando terminaba su función pública, los de antes se llevaban unos reales, los de ahora, amén del efectivo, cargan hasta con la tapa del excusado y el termo del café ¿Será posible tener un país sin tanto pillo?  Difícil, pero posible.