El gobierno de venezuela ha debilitado los derechos de propiedad y la producción nacional ha disminuido. El siguiente artículo de la fao debería ser leído por nuestros gobernantes.
carlos machado allison
22 de febrero de 2011
tOMADO DE: WWW.FAO.ORG/KIDS/ES/RIGHTTOLAND.HTML
¿QUÉ HACE LA FAO? :: JUSTICIA SOCIAL :: EL DERECHO A LA TIERRA
Sale de sobra decir que los agricultores necesitan tierra para producir los cultivos. Pero es triste que muchos de ellos no tengan derechos seguros a la tierra. Y no sólo a la tierra, sino a todo lo que se relaciona con ella: el agua, los árboles, la vida silvestre, todas las cosas que la población rural necesita para producir alimentos, ganarse la vida y subsistir.
En muchos países, especialmente en Asia y América Latina, un número relativamente reducido de personas ricas posee muchas tierras, a la vez que millones de campesinos sin tierras luchan por ganarse la vida y alimentar a sus familias. Al carecer de derechos seguros a la tierra, a menudo se les niega el derecho a los alimentos.
Infórmate sobre el derecho a los alimentos.
Es más, al no tener propiedades, los agricultores pobres a menudo carecen de servicios públicos básicos, como sanidad y electricidad. Son tratados como ciudadanos de segunda.
Esto no sólo es malo para las personas, sino también para el planeta. Cuando los agricultores no tienen derechos seguros a la tierra, tienen pocos motivos para cuidar que los métodos de cultivo que usan sean "sostenibles". Tiene poco sentido trabajar para proteger la tierra para las generaciones futuras. Si la fertilidad de sus tierras se degrada, las abandonan y desbrozan otras tierras de otras personas.
En muchos países, especialmente en Asia y América Latina, un número relativamente reducido de personas ricas posee muchas tierras, a la vez que millones de campesinos sin tierras luchan por ganarse la vida y alimentar a sus familias. Al carecer de derechos seguros a la tierra, a menudo se les niega el derecho a los alimentos.
Infórmate sobre el derecho a los alimentos.
Es más, al no tener propiedades, los agricultores pobres a menudo carecen de servicios públicos básicos, como sanidad y electricidad. Son tratados como ciudadanos de segunda.
Esto no sólo es malo para las personas, sino también para el planeta. Cuando los agricultores no tienen derechos seguros a la tierra, tienen pocos motivos para cuidar que los métodos de cultivo que usan sean "sostenibles". Tiene poco sentido trabajar para proteger la tierra para las generaciones futuras. Si la fertilidad de sus tierras se degrada, las abandonan y desbrozan otras tierras de otras personas.
No somos Robin Hood
Algunas personas quisieran que la FAO fuera como Robin Hood y obligara a los gobiernos a quitar tierras a los ricos para entregarlas a los pobres. A estas personas les repetimos que los miembros de la FAO no fundaron esta organización para que sea autoritaria. La FAO ayuda a los países, cuando han decidido hacer reformas agrarias, a encontrar las soluciones adecuadas para su situación específica. El trabajo de la FAO es para asegurar que las reformas agrarias den beneficios reales y seguridad a los agricultores pobres y que pasan hambre, e impulsar la producción agrícola general del país. Una parte fundamental de esta labor consiste en establecer los procedimientos adecuados para la solución pacífica de las diferencias por los derechos a las tierras.
Pero la cuestión de los derechos a la tierra tiene muchos otros aspectos, aparte de la desigualdad en la propiedad agraria. Hay lugares donde nadie puede ser propietario de tierras. Fíjate, en África más del 90 por ciento de las tierras no está sujeto al sistema jurídico oficial. Con frecuencia las tierras agrícolas, los bosques y los pastizales pertenecen a las comunidades, y los derechos de uso de estos recursos están determinados por costumbres locales.
Pero los tiempos y las tradiciones se transforman. Los países africanos, interesados en reducir el hambre y la pobreza, alientan a la población rural, gran parte de la cual sólo cultiva alimentos para consumo de su familia, a convertirse en agricultores comerciales. Pero la agricultura comercial requiere un sistema oficial de propiedad agraria. Además, en los sistemas tradicionales con frecuencia las mujeres no tienen los mismos derechos a la tierra que lo hombres. Esta desigualdad no sólo es una violación de los derechos de las mujeres, sino que además contribuye al hambre y la pobreza. La FAO ayuda a los gobiernos y las comunidades locales a encontrar formas aceptables de modificar los derechos tradicionales de propiedad agraria para no obstaculizar el desarrollo económico local y no discriminar a las mujeres.
Ah, y no hay que olvidar los países ex comunistas de Europa oriental y Asia central. Durante el comunismo, gran parte de las tierras agrícolas pertenecían a enormes cooperativas agrícolas estatales. A la caída del sistema comunista, también se desintegraron esas cooperativas. Estos países ahora están privatizando la tierra, pero no es fácil. La FAO los ayuda a establecer mercados de tierras agrícolas justos para los agricultores y positivos para la agricultura y el medio ambiente.
Pero la cuestión de los derechos a la tierra tiene muchos otros aspectos, aparte de la desigualdad en la propiedad agraria. Hay lugares donde nadie puede ser propietario de tierras. Fíjate, en África más del 90 por ciento de las tierras no está sujeto al sistema jurídico oficial. Con frecuencia las tierras agrícolas, los bosques y los pastizales pertenecen a las comunidades, y los derechos de uso de estos recursos están determinados por costumbres locales.
Pero los tiempos y las tradiciones se transforman. Los países africanos, interesados en reducir el hambre y la pobreza, alientan a la población rural, gran parte de la cual sólo cultiva alimentos para consumo de su familia, a convertirse en agricultores comerciales. Pero la agricultura comercial requiere un sistema oficial de propiedad agraria. Además, en los sistemas tradicionales con frecuencia las mujeres no tienen los mismos derechos a la tierra que lo hombres. Esta desigualdad no sólo es una violación de los derechos de las mujeres, sino que además contribuye al hambre y la pobreza. La FAO ayuda a los gobiernos y las comunidades locales a encontrar formas aceptables de modificar los derechos tradicionales de propiedad agraria para no obstaculizar el desarrollo económico local y no discriminar a las mujeres.
Ah, y no hay que olvidar los países ex comunistas de Europa oriental y Asia central. Durante el comunismo, gran parte de las tierras agrícolas pertenecían a enormes cooperativas agrícolas estatales. A la caída del sistema comunista, también se desintegraron esas cooperativas. Estos países ahora están privatizando la tierra, pero no es fácil. La FAO los ayuda a establecer mercados de tierras agrícolas justos para los agricultores y positivos para la agricultura y el medio ambiente.
La unión es la fuerza
Como ves, el tema de los derechos agrarios es muy complejo. Pero existen algunos principios constantes. Por ejemplo: las reformas agrarias que tienen éxito no se imponen, se negocian.
Las personas cuyo sustento depende directamente de la tierra, el agua y los bosques deben participar en el proceso de reforma agraria. La participación de las agricultoras es especialmente importante. Las mujeres producen alrededor de la mitad de los alimentos del mundo, pero sólo poseen alrededor del 2 por ciento de todas las tierras agrícolas. Las reformas agrarias pueden hacer mucho para remediar este desequilibrio. Pero si no se incluye a las mujeres rurales en la reforma, se corre el riesgo de que los cambios terminen por perjudicarlas en vez de beneficiarlas.
Infórmate sobre las mujeres y la agricultura.
La FAO tiene un grupo de expertos específicamente dedicado a ayudar a los países a incrementar la participación de los hombres y las mujeres del campo en todos los aspectos del desarrollo rural, incluida la reforma de los derechos agrarios.
Una forma en que los pobres defienden sus derechos y hacen sentir su voz es organizándose. La FAO ayuda a las comunidades rurales, en especial a las que son pobres y vulnerables, a crear grupos de autoayuda, incluidas asociaciones de mujeres, de jóvenes y cooperativas de agricultores.
Las personas cuyo sustento depende directamente de la tierra, el agua y los bosques deben participar en el proceso de reforma agraria. La participación de las agricultoras es especialmente importante. Las mujeres producen alrededor de la mitad de los alimentos del mundo, pero sólo poseen alrededor del 2 por ciento de todas las tierras agrícolas. Las reformas agrarias pueden hacer mucho para remediar este desequilibrio. Pero si no se incluye a las mujeres rurales en la reforma, se corre el riesgo de que los cambios terminen por perjudicarlas en vez de beneficiarlas.
Infórmate sobre las mujeres y la agricultura.
La FAO tiene un grupo de expertos específicamente dedicado a ayudar a los países a incrementar la participación de los hombres y las mujeres del campo en todos los aspectos del desarrollo rural, incluida la reforma de los derechos agrarios.
Una forma en que los pobres defienden sus derechos y hacen sentir su voz es organizándose. La FAO ayuda a las comunidades rurales, en especial a las que son pobres y vulnerables, a crear grupos de autoayuda, incluidas asociaciones de mujeres, de jóvenes y cooperativas de agricultores.