El Índice de Precios de la FAO y sus principales componentes descendieron por tercer mes consecutivo debido a alzas en la producción y fortalecimiento del dólar. (Fuente: FAO, octubre de 2011). Sin embargo la inflación en alimentos en Venezuela no ha cedido en ese lapso.
Inflación en alimentos en Venezuela
Diciembre 2007 = 100
Últimos tres meses en Venezuela
Julio 283
Agosto 291
Septiembre 293
Carlos Machado Allison cubre temas relacionados a políticas agroalimentarias, ciencia y tecnología con énfasis en Venezuela, artículos de opinión publicados en diarios y publicaciones o estadísticas analizadas por el autor
jueves, 20 de octubre de 2011
El costo de la política agrícola
¿Cuánto está gastando el gobierno en su política agroalimentaria?
Realmente nadie sabe a ciencia cierta cuanto gasta el gobierno en agricultura y alimentación, pero aquí y allá los periodistas van sacando información. Hace pocos días se anunció que la Misión Agrovenezuela dispone de 10 mil millones y que de ellos se han ejecutado 4,7. El mismo día el Presidente firmó un punto de cuenta para aprobar 2.700 millones para la Misión Alimentación. El 15 de octubre, y de acuerdo al "Plan Excepcional" se aprueban 3.100 millones para subsidiar los alimentos que se expenden en las redes públicas Mercal y Pdval, pero en el "IX Plan de Abastecimiento 2011-2012" aparecen 21.100 millones (6.500 en 2010-2011) que suponemos destinados a las importaciones.
Por otra parte el gobierno está pagando la nómina de los centrales azucareros de Oriente que casi no producen nada, los de Agroisleña, una cantidad de fincas o empresas socialistas de producción, así como gastando dinero en areperas bolivarianas, pequeñas empresas dedicadas a la producción de harina, otra de aceite y la mayor, dedicada a leche, derivados y jugos. La expansión en la nómina debe ser impresionante dado el elevado número de nuevas dependencias de los ministerios que incluyen flotas de transporte, centros de acopio y organismos burocráticos.
El financiamiento y refinanciamiento cubre el 25% de la cartera bancaria lo que, centavos más o menos, indica que casi se produce un bolívar por cada bolívar que se otorga en crédito. Al final, una lluvia de bolívares y divisas que no se traduce ni en mayor producción, ni en abatimiento de la producción. El crédito y los subsidios (que no siempre se pagan) no son suficientes para compensar la fijación de precios al productor. El café es buen ejemplo, el precio fijado al productor es algo así como el 30% del más bajo en el mercado internacional y como nadie puede trabajar a pérdida, unas 20 mil familias productoras de café han abandonado el negocio. La solución, para evitar el desabastecimiento es importar café, usualmente de baja calidad y a un precio superior al existente en el país. Entonces el gobierno subsidia el café al consumidor. Pierde el productor y malgasta el gobierno el dinero de todos los venezolanos.
Hay cosas que estamos obligados a importar como trigo. Hay cosas que hemos importado desde hace años porque la producción nacional no es suficiente: leche en polvo, aceite, maíz forrajero y azúcar. Hay productos que nunca habíamos importado como café o que importamos en el pasado y se había logrado pleno abastecimiento interno como carne y arroz. Ahora importamos más azúcar, café, ganado en pié o carne semiprocesada y arroz. El número de bocas que alimentar aumenta en 450 mil por año, el circulante ha aumentado y con él, la capacidad adquisitiva, pero no aumenta la producción. Fracasó la política agrícola, pero se han hecho grandes negocios gracias al control de cambio y de precios. Nunca la balanza comercial agrícola había sido tan desfavorable, posiblemente nunca había sido tan grande el gasto público. Parece que es cuestión de elecciones y votos.
Realmente nadie sabe a ciencia cierta cuanto gasta el gobierno en agricultura y alimentación, pero aquí y allá los periodistas van sacando información. Hace pocos días se anunció que la Misión Agrovenezuela dispone de 10 mil millones y que de ellos se han ejecutado 4,7. El mismo día el Presidente firmó un punto de cuenta para aprobar 2.700 millones para la Misión Alimentación. El 15 de octubre, y de acuerdo al "Plan Excepcional" se aprueban 3.100 millones para subsidiar los alimentos que se expenden en las redes públicas Mercal y Pdval, pero en el "IX Plan de Abastecimiento 2011-2012" aparecen 21.100 millones (6.500 en 2010-2011) que suponemos destinados a las importaciones.
Por otra parte el gobierno está pagando la nómina de los centrales azucareros de Oriente que casi no producen nada, los de Agroisleña, una cantidad de fincas o empresas socialistas de producción, así como gastando dinero en areperas bolivarianas, pequeñas empresas dedicadas a la producción de harina, otra de aceite y la mayor, dedicada a leche, derivados y jugos. La expansión en la nómina debe ser impresionante dado el elevado número de nuevas dependencias de los ministerios que incluyen flotas de transporte, centros de acopio y organismos burocráticos.
El financiamiento y refinanciamiento cubre el 25% de la cartera bancaria lo que, centavos más o menos, indica que casi se produce un bolívar por cada bolívar que se otorga en crédito. Al final, una lluvia de bolívares y divisas que no se traduce ni en mayor producción, ni en abatimiento de la producción. El crédito y los subsidios (que no siempre se pagan) no son suficientes para compensar la fijación de precios al productor. El café es buen ejemplo, el precio fijado al productor es algo así como el 30% del más bajo en el mercado internacional y como nadie puede trabajar a pérdida, unas 20 mil familias productoras de café han abandonado el negocio. La solución, para evitar el desabastecimiento es importar café, usualmente de baja calidad y a un precio superior al existente en el país. Entonces el gobierno subsidia el café al consumidor. Pierde el productor y malgasta el gobierno el dinero de todos los venezolanos.
Hay cosas que estamos obligados a importar como trigo. Hay cosas que hemos importado desde hace años porque la producción nacional no es suficiente: leche en polvo, aceite, maíz forrajero y azúcar. Hay productos que nunca habíamos importado como café o que importamos en el pasado y se había logrado pleno abastecimiento interno como carne y arroz. Ahora importamos más azúcar, café, ganado en pié o carne semiprocesada y arroz. El número de bocas que alimentar aumenta en 450 mil por año, el circulante ha aumentado y con él, la capacidad adquisitiva, pero no aumenta la producción. Fracasó la política agrícola, pero se han hecho grandes negocios gracias al control de cambio y de precios. Nunca la balanza comercial agrícola había sido tan desfavorable, posiblemente nunca había sido tan grande el gasto público. Parece que es cuestión de elecciones y votos.
Los grandes majunches
Los grandes majunches
Tan majunches que hacen causa común con Gadafi, Mugabe y otros bates quebrados
CARLOS MACHADO ALLISON | EL UNIVERSAL
martes 27 de septiembre de 2011 12:00 AM
Por mucho tiempo busqué el término más adecuado para describir a parte del actual gobierno y ahora, gracias al señor Presidente, lo he encontrado. En efecto, como todo el mundo sabe, nuestro primer magistrado y muchos de sus seguidores tienen tanta capacidad para el insulto, como incompetencia para gobernar. Los opositores han sido calificados de mil modos, como escuálidos, derechistas, pitiyanquis, ratas, vendepatrias, excrementos (en varias versiones) y lacayos. También ha mandado a más de uno a "lavarse ese paltó", o a enrollar el periódico y "metérselo en el bolsillo". Al difunto monseñor Castillo lo llamó fariseo, hipócrita, bandido y alcahuete; apodos a los candidatos de la oposición e insultos personales a varios presidentes. En materia de insultos sólo ha tenido un competidor, el conductor de La Hojilla. Ahora llama majunches a los precandidatos de la oposición.
Defectos de calidad
Ahora bien, majunche significa de calidad inferior, deslucido o mediocre. Es un venezolanismo que se utiliza tanto para describir defectos en la calidad como pobreza en el desempeño. Yo la recuerdo del beisbol: "ese es un pitcher tanmajunche" que es incapaz de ponchar a un ciego, o a la calidad o cantidad de la comida: "me sirvieron un plato majunche". Pues entonces, qué mejor término que el mencionado para describir la gestión de un gobierno que ha logrado acabar con la mitad del ganado del país, tener al 70% de los planteles públicos en condiciones deplorables y una proporción similar de las carreteras plagadas de huecos. La verdad es que deben ser bien majunches para tener más de 40.000 presos en ínfimas condiciones, haber duplicado la burocracia para ejecutar la mitad de las obras públicas y generar tanta inseguridad que más venezolanos mueren en manos del hampa que en alguna guerra reciente.
Majunches en lo cultural y aún más en lo que a economía, ciencia y tecnología se refiere. Tan majunches que hacen causa común con Gadafi, Mugabe y otros bates quebrados. El término majunche también viene a la mente cuando escuchamos a funcionarios trajeados de rojo, con vistosas chaquetas o camisolas que evocan a merolicos de feria o anunciantes de la llegada del circo. Demasiadosmajunches juntos, deslucidos y mediocres, de allí que le tengan tanto odio a las universidades, profesores y estudiantes, a las clínicas y bancos, a los músicos y artistas que no se arrodillan ante ellos, a los productores del campo. A todo aquel que desea ver calles y parques limpios y a un pueblo sin miseria y enfermedades. El majunche empoderado desea que el resto del país sea más majunche para dominarlo a su antojo. La Majunchamentazón, acompañada de piches, chimbos, chiripas, luqueados y furruqueados hacen que falte electricidad, leche en polvo o aceite, a pesar del hinchado presupuesto y la deuda creciente.
Habrá quien piense, al votar, que más vale majunche en mano que ciento volando, pero otros dirán que escoba nueva barre mejor y lo bueno es que hay para escoger.
Defectos de calidad
Ahora bien, majunche significa de calidad inferior, deslucido o mediocre. Es un venezolanismo que se utiliza tanto para describir defectos en la calidad como pobreza en el desempeño. Yo la recuerdo del beisbol: "ese es un pitcher tanmajunche" que es incapaz de ponchar a un ciego, o a la calidad o cantidad de la comida: "me sirvieron un plato majunche". Pues entonces, qué mejor término que el mencionado para describir la gestión de un gobierno que ha logrado acabar con la mitad del ganado del país, tener al 70% de los planteles públicos en condiciones deplorables y una proporción similar de las carreteras plagadas de huecos. La verdad es que deben ser bien majunches para tener más de 40.000 presos en ínfimas condiciones, haber duplicado la burocracia para ejecutar la mitad de las obras públicas y generar tanta inseguridad que más venezolanos mueren en manos del hampa que en alguna guerra reciente.
Majunches en lo cultural y aún más en lo que a economía, ciencia y tecnología se refiere. Tan majunches que hacen causa común con Gadafi, Mugabe y otros bates quebrados. El término majunche también viene a la mente cuando escuchamos a funcionarios trajeados de rojo, con vistosas chaquetas o camisolas que evocan a merolicos de feria o anunciantes de la llegada del circo. Demasiadosmajunches juntos, deslucidos y mediocres, de allí que le tengan tanto odio a las universidades, profesores y estudiantes, a las clínicas y bancos, a los músicos y artistas que no se arrodillan ante ellos, a los productores del campo. A todo aquel que desea ver calles y parques limpios y a un pueblo sin miseria y enfermedades. El majunche empoderado desea que el resto del país sea más majunche para dominarlo a su antojo. La Majunchamentazón, acompañada de piches, chimbos, chiripas, luqueados y furruqueados hacen que falte electricidad, leche en polvo o aceite, a pesar del hinchado presupuesto y la deuda creciente.
Habrá quien piense, al votar, que más vale majunche en mano que ciento volando, pero otros dirán que escoba nueva barre mejor y lo bueno es que hay para escoger.
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