26 de noviembre de 2011
En vigencia la nueva ley y creado un nuevo organismo burocrático que tendrá, de acuerdo al mismo gobierno, miles de fiscales, los consumidores verán disminuir la oferta de bienes. Todos los organismos gremiales han reaccionado frente a esta ley cuyo supuesto propósito es frenar la inflación y además seguir reduciendo el "modelo capitalista" e imponer el "socialista", es decir la pobreza.
En 13 años de gobierno ya hemos visto el resultado del "modelo socialista" y ese no ha sido otro que inflación, desabastecimiento, aislamiento económico, reducción del número de empresas, abatimiento en la inversión y del empleo digno. El modelo también ha inducido la migración de capitales y peor aún, la de talento. También ha liquidado la relación entre las empresas y las universidades, ha determinado un elevado endeudamiento público y ha logrado reducir la producción agrícola, así como la de bienes manufacturados. El modelo socialista ha duplicado el número de empleados públicos y de paso, porque tampoco cumple con sus propias creaciones, ha elevado la deuda laboral del gobierno a cifras extraordinarias. De paso, ha reducido las instituciones liquidando la independencia de los poderes públicos.
La nueva ley tendrá un impacto destructivo, como lo tuvo en la década de 1980 cuando es estableció el control de precios sobre la mayoría de los bienes. El gobierno está colocando sobre un sólo producto, el petróleo y las divisas que genera, el soporte económico del país. El gobierno será la principal, sino la única, fuente de empleo, contratos de construcción, salud y educación. A galope tendido el país va descendiendo en todos los "rankings" internacional, en el de la competitividad, en el de facilidad para invertir, en el de educación superior y en el de inseguridad personal. Más poder para el gobierno, menos para el pueblo.
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